Los préstamos online son más caros, pero más rápidos por ello
cada día más gente solicita los préstamos por esta vía.
No es ninguna novedad el decir que los préstamos online se
caracterizan por ser más caros que los préstamos tramitados como siempre, de
manera presencial por correo electrónico.
Los que tramitan estos créditos son también conscientes de esto siendo
algo que aceptan antes incluso de pedir un préstamo.
¿Porque los préstamos online son caros?
Lo son porque las financieras que los tramitan asumen un mayor riesgo por
la firma de los préstamos, que tener en cuenta que las financieras dan
contestación incluso en el mismo día.
Alguna incluso pueden dar contestación en menos de 30 minutos siendo
algo que ni mucho menos se parece a cómo funcionan los bancos de siempre.
Al ser tan rápida la contestación las financieras no pueden en ningún
caso hacer una tramitación tan elaborado como por el contrario si pueden hacer
las entidades bancarias.
Los bancos a la hora de firmar un crédito pueden pasarse varias semanas
entre que analizan la solvencia de sus clientes y deciden si merece o la pena
firmarles el crédito.
Las empresas que hacen préstamos online basan su tramitación es
unas pocas variables haciendo pues que el riesgo para ellos sea mucho mayor.
La principal diferencia entre los créditos online y presenciales es
absolutamente obvia, sin embargo, muchas veces no le damos la importancia que
debería ameritar. Esta es que en un caso vemos a la persona que nos está
vendiendo el producto y en el otro no. Como es normal, cuando estamos cara a
cara con nuestro interlocutor tendremos más opciones para consultar cualquier
tipo de duda que nos surja. En resumen, los créditos presenciales dan más
seguridad. En cambio, los online, por regla habitual, suelen ofrecer mejores
condiciones.
Pero no siempre contratar un crédito de manera presencial querrá decir
que conozcamos mejor las condiciones y la letra pequeña. Si estamos frente a
frente con el encargado de la entidad prestamista y preguntamos todas las
características del producto, tendremos información de primera mano. Por el
contrario, si no lo hacemos, quizá sea mejor contratarlo en red. Este tipo de
productos suelen ofrecer, a veces en pestañas escondidas, toda la información
necesaria.
Otra de las diferencias entre los créditos online y presenciales es
la comodidad. No cabe duda de que poder contratar un crédito solo
rellenando una serie de formularios y sin movernos de la mesa de nuestro salón,
es mucho mejor que tener que salir a la calle y recorrer unas cuantas entidades
bancarias.
En lo que se refiere exclusivamente a las condiciones de los créditos
online y presenciales, los primeros suelen conllevar bastantes menos
comisiones que los primeros. Es más, en muchos casos, directamente no tendrán
ninguna comisión para los clientes que sea la primera vez que solicitan un
crédito en esa entidad.
También varía la cantidad prestada. Normalmente suele ser mucho más alta
en los créditos presenciales. En los últimos tiempos (más aún con la llegada de la crisis) los créditos online se
han especializado en cantidades pequeñas a las que podemos optar en muy poco
tiempo y sin ningún tipo de papeleo.
Otro aspecto diferencial es el plazo de devolución. Como hemos dicho
antes, las empresas prestamistas en red están bastante focalizadas a los
productos de poca cantidad, sin burocracia y con plazos cortos de devolución.
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