A cualquiera puede
sucederle: encontrarse saturado de deudas o necesitando conseguir el dinero
para alguna inversión, y que la agencia bancaria te rechace una solicitud de
crédito. Es frustrante y desalentador, pero afortunadamente existen
alternativas efectivas y lo más importante, seguras.
Una de estas
alternativas para obtener solvencia de manera rápida, es el préstamo de dinero entre particulares.
La ventaja más resaltante que tiene en comparación a la banca tradicional, es
que te ahorras mucho tiempo de espera y el estrés de las complicaciones
burocráticas. Aquello del “papeleo”, claramente va quedando como cosa del
pasado.
Otra de las ventajas
es que el préstamo se te hará efectivo de manera inmediata una vez que el mismo
sea aprobado. Esto es bastante apreciable, considerando que las agencias
bancarias no solo te quitan tiempo durante el procedimiento de solicitud,
también te harán esperar unos días hábiles antes de entregarte el monto
solicitado. Ahora bien, ¿cómo optar por esta alternativa, qué requisitos son
necesarios para conseguir el crédito con un prestamista particular?
Cómo conseguir avances de efectivo sin mediación bancaria
Lo primero que
necesitas saber es dónde encontrar un prestamista de este tipo. El lugar de
convergencia por excelencia en estos tiempos es el internet, y también aplica
para estos casos. Existen varias páginas web dedicadas a fungir como mediadoras
entre los solicitantes y los inversores -que son generalmente anónimos- quienes
emitirán el préstamo. Deberás llenar un formulario sencillo ingresando tus
datos personales, pero no tendrás que explicar para qué necesitas el efectivo
solicitado.
Los préstamos de dinero entre particulares son operaciones de tipo financiero, y sus
reglas como ya se dijo, son distintas a las de las bancas comerciales. El
dinero otorgado por este tipo de prestamistas por lo general varía entre los
5.000 y los 150.000 euros. Es importante comentar que, si bien los recaudos
exigidos para aprobar el crédito serán mucho menos restrictivos en algunos
sentidos, la mayoría de los prestamistas particulares te pedirán el título de
propiedad de una vivienda, especialmente si se trata de la primera vez.
De manera que, en
principio, el cliente puede solicitar un importe equivalente al 20% del valor
(a la fecha actual) del inmueble, el cual debe encontrarse libre de hipotecas o
cargos sin pagar. El título de vivienda no debe estar estrictamente a tu
nombre, puedes apoyarte en algún familiar o amigo cercano, lo importante (y
recomendable) es que estés seguro de poder cumplir con el pago.
Es crucial que los
plazos de amortización sean rigurosamente respetados, aun cuando los préstamos entre particulares por lo
general obvian que el cliente aparezca en alguna “lista negra”, como Asnef,
siempre es bueno conservar las formalidades.
La buena noticia es
que los plazos y cuotas de amortización son convenidos a mutuo interés entre el
cliente y el prestamista, y basta decir que algunos pueden alcanzar la década.
En cuestiones de dinero, la prognosis o planificación a futuro, con evaluación
de riesgos, es un asunto fundamental. Pero también, el crecimiento económico
tanto personal como empresarial se basa en buena medida en apuestas arrojadas.
Si crees en tu proyecto, no dudes en aprovechar los beneficios que esta era
moderna coloca ante ti.
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