Todo Sobre Prestamos Rápidos

15/4/17

Préstamos Personales


Un préstamo personal es un contrato por el que la entidad financiera adelanta una cantidad de dinero (principal) a otra persona llamada prestatario, con la obligación de que devuelva el principal y abone además unos intereses pactados y los gastos derivados de la operación.
Las entidades de crédito ofertan infinidad de préstamos personales, también llamados préstamos de consumo, con distintos nombres comerciales (préstamos coche, créditos vacaciones, préstamos bodas…), pero con unas pequeñas variaciones todos son prácticamente lo mismo.

Características de los préstamos personales


  • Para comparar la gran oferta de préstamos de consumo en el mercado hay que considerar:
  • Tipo de interés.
  • Comisiones de apertura y cancelación (total o parcial).
  • Otros gastos.
  • Plazo de amortización (el tiempo para devolver el dinero prestado).
  • Importe de la cuota mensual.

Tipo de interés

El tipo de interés es el precio que la entidad financiera le cobrará por prestarle el dinero que solicita. Antes de decidirse, compare distintas ofertas, pero no se fije sólo en el tipo de interés nominal, sino en la TAE, (más certera si examina préstamos con un mismo plazo de amortización). La TAE es un cálculo, un tanto complejo, que incluye el tipo de interés nominal y las comisiones que puedan aplicarle a su préstamo, teniendo en cuenta el plazo de la operación. Es un indicador mucho más fiable del coste real del préstamo.
Algunos préstamos pueden tener un tipo de interés nominal bajo, pero muchas comisiones por otros conceptos (apertura, cancelación, amortización parcial, estudio…). Si sumamos todos los conceptos, podemos descubrir que un préstamo al 3% de interés nominal nos sale más caro que otro al 5%, pero con menos comisiones, por ejemplo.

Garantía

El que contrata un préstamo personal ofrece como garantía todos sus bienes, presentes y futuros.
Los préstamos personales se diferencian de los préstamos hipotecarios por la garantía que tiene la entidad de crédito en caso de producirse un impago. El que contrata un préstamo personal ofrece como garantía todos sus bienes, presentes y futuros que, según el caso, pueden ser muchos o pocos. El titular de un préstamo hipotecario ofrece, además de la garantía personal, el propio bien inmueble hipotecado, que pasará a ser propiedad del banco en caso de impago.
Como consecuencia de este mayor riesgo por parte de los bancos y cajas, los préstamos personales suelen tener un tipo de interés más alto y un plazo de amortización más corto que los hipotecarios. Es decir, resultan más caros y disponemos de menos tiempo para devolverlos. El importe prestado también es mucho menor de lo que se puede recibir en un préstamo hipotecario.
De todas formas, los clientes con saldos elevados en cuentas de la misma entidad y casas y otros bienes en propiedad, tendrán más posibilidad de conseguir préstamos con condiciones más favorables que aquellos sin mucho patrimonio neto.

  • Requisitos

Antes de concederle un préstamo, la entidad de crédito realizará un estudio de viabilidad para valorar su capacidad de pago. Este estudio es parecido a la elaboración de su presupuesto personal. Contempla sobre todo sus ingresos mensuales y sus compromisos de pago como otras deudas pendientes, incluyendo saldos de las tarjetas de crédito, para estimar si va a poder pagar las cuotas mensuales del préstamo sin dificultades. El banco también valorará su patrimonio (inmuebles, inversiones, otras cuentas bancarias, etc.), que sirve de garantía.

  • Formalización

Un préstamo personal tiene que ir asociada una libreta o cuenta corriente operativa a nombre de los prestatarios. Es decir, tendrá que tener abierta una cuenta a la vista en la que se abonará el importe del préstamo y se cobrará el pago de las cuotas mensuales.

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